miércoles, 1 de julio de 2015

La “Reconciliación” que Bogotá necesita





La ciudad se encuentra estancada en su desarrollo urbano y necesita una urgente y profunda  renovación urbana; Bogotá necesita  entender la oportunidad que significa la construcción del “metro” para trasformar y renovar urbanamente la ciudad. Renovación que le permita solucionar el caos en  movilidad y que le permita liberar y adecuar espacio público para poder construir en altura. Porque para construir en densidad y en altura no basta con cambiar simplemente la norma.

Y como Bogotá carece de esa avenida de carácter monumental que tienen las grandes ciudades como los Campos Elíseos en París, como la Avenida 9 de Mayo en Buenos Aires o la Avenida Reforma en Ciudad de México; hoy podemos aprovechar y trasformar la antigua Avenida Caracas en el “Paseo Reconciliación”, un proyecto de renovación urbana ambicioso que podría posicionar a Colombia como una nueva nación prospera en paz  y reconciliada, para así darle a Bogotá esa gran avenida que no tiene y que necesita.

La Avenida Caracas ha sido durante la historia moderna de Bogotá la más importante de la ciudad como eje conector. Hacia los años 40 era un boulevard de grandes árboles entre casas y mansiones que a lo largo del tiempo se ha venido trasformando; actualmente el escaso ancho o perfil de la avenida es insuficiente y no permite que las estaciones del sistema de Trasmilenio puedan tener el espacio y  la capacidad de recibir y movilizar el volumen de pasajeros en las horas de mayor transito colapsando a diario el sistema y haciéndolo inviable e insufrible.

Pero como durante mucho tiempo Trasmilenio fue un gran ejemplo mundial de eficiencia de pasajeros-sentido superior a  muchos metros conocidos, ¿por qué no construir un súper Trasmilenio bajo tierra con las ventajas del metro subterráneo y con la versatilidad de los buses biarticulados? Tenemos la tecnología y la ingeniería para reinventar una vez más la forma de movilizarnos, solucionando la movilidad de la ciudad pero aún más importante organizando la ciudad para crecer en altura. Aún podemos romper el paradigma que la única solución posible tiene que ser un tren sobre rieles como en el siglo XIX


La renovación de la avenida caracas requiere demoler las manzanas del perfil occidental para tener espacio suficiente para dar paso a un gran parque lineal de 10 kilómetros de longitud, similar al Parque del Virrey, pero de grandes proporciones’ un paseo con árboles, plazas, ciclo rutas, grandes rascacielos de 50 y más pisos en la superficie, mientras subterráneamente articulamos autopistas, El Súper Trasmilenio con estaciones, comercio y grandes zonas de parqueaderos. Como una gran “maquina” de movilidad multimodal subterránea tipo sótano desde el monumento Los Héroes hasta la Hortua.


El  urbanismo actual es desarrollado por ‘capas’ liberando espacio público en superficie al enterrar las vías vehiculares, un gran ejemplo es “the big dig” en Boston donde demolieron una autopista de segundo piso de 12 kilómetros para enterrarla y así  crear más de 1 millón de metros cuadrados de parques y espacios libres. Otro buen ejemplo para aprender es el “Down town” o centro subterráneo de Montreal donde las condiciones climáticas del invierno obligan a crear  una ciudad subterránea con las estaciones con centros comerciales y todo lo que requiere un espacio público de calidad.

En Colombia hay ejemplos como el Parque del Rio en Medellín que actualmente en construcción y en Cali el Proyecto sobre el rio  que de igual manera se construye la vía subterránea para crear espacio público peatonal en la superficie; en Bogotá tenemos tímidos ejemplos como el la estación subterránea del centro internacional o el parque bicentenario todavía en obra. Sí queremos una Bogotá de rascacielos hay que si o si liberar y organizar el espacio publico de manera planeada y diseñada.

Esta es una gran oportunidad para que toda la sociedad trabaje y se encamine en un gran propósito llamado “Paseo Reconciliación”, un proyecto que nos permitiría dejar atrás el pasado, la guerra y la polarización. Es hora de entrar en una nueva etapa de nuestra historia, Una etapa que trabajando y construyendo todos la nueva capital que los colombianos queremos sentirnos orgullosos de tener.

 Es momento de demostrar como  colombianos nuestra capacidad creativa para
generar soluciones novedosas,  eficientes e inteligentes. Que no nos de miedo pensar en grande; una vez los campos de Paris, las pirámides de Egipto y Dubái en el desierto fueron ideas que se pensaban imposibles y hoy son ejemplos extraordinarios.

Un proyecto de esta envergadura requiere de toda la decisión política y económica de la ciudad, el país, el sector privado y la sociedad completa; porque solo a través de grandes obras es como las sociedades se reconcilian, construyen su sentido de nación y dejan su huella en la historia.

Nota: Aunque suene ridículo, Pardo y Peñalosa deberían hacer un plan de gobierno de ocho años y lanzar una moneda para ver quien va primero.

@DonQuestion







lunes, 16 de febrero de 2015

Bogotá y un acuerdo sobre lo fundamental


Bogotá se encuentra sumida en una de sus crisis más profundas; el caos en movilidad , la perdida de la cultura ciudadana,  la falta de desarrollo urbano y de planeación estratégica a largo plazo parece cosa de ayer. Ahora estamos sumidos al vaivén del capricho personal del gobernante para satisfacer las ansias personales  de poder y de dinero.

Pero es bien sabido que de las crisis más profundas, surgen las mejores oportunidades para transformarse; oportunidades para poder proyectar a largo y mediano plazo la ciudad y así dar soluciones reales a los problemas y retos que significa gobernar y administrar una ciudad, es decir, hacer ciudad.

Los puntos que a continuación expongo deberían ser las directrices de las administraciones entrantes independientemente de la ideología del alcalde de turno, directrices a largo plazo que permitan hacer una planeación urbana técnica para así estar en capacidad de incorporar los 4 millones de habitantes que se esperan para los próximos 20 años y poder proyectar los próximos 50 años de la ciudad.

1. Incorporar los municipios aledaños a Bogotá a un plan de ordenamiento territorial conjunto para que a través del congreso se logren gestionar las leyes pertinentes para crear un proyecto de Ciudad-Región:

El primer aspecto urbano por naturaleza es donde y como va a crecer la ciudad; La falta de tierra en el distrito capital es la prueba del rezago de Bogotá, la región y la nación en este tema. En la actualidad cada municipio limítrofe con la ciudad tiene su propio plan de ordenamiento territorial que funcionan como ruedas sueltas y no como engranajes concertados y coordinados.

Esta realidad es probablemente la más urgente a resolver en términos de planeación y al mismo tiempo la más invisible en términos políticos, por eso un verdadero líder que quiera gobernar Bogotá debe trabajar para que la bancada del congreso de Bogotá, independientemente del partido, gestionen las leyes que permitan desarrollar proyectos concertados en términos tan importantes para la región en infraestructura, vivienda, medio ambiente. Bogotá debe pensarse como una megalópolis aunque en Colombia nos cueste tanto pensar en grande.

2. Descontaminar el rio Bogotá y convertirlo en un parque longitudinal de carácter regional que articule la ciudad y los municipios aledaños.

Ninguna ciudad que se pretenda competitiva puede permitir que su fuente hídrica principal sea una de las más contaminadas del mundo. No solo es una cuestión de básica sanidad, es sobre todo la incapacidad de valorar la importancia y el potencial urbano que tiene este rio para la región.
pero como siempre de las peores situaciones suelen surgir las mejores soluciones, imaginar que un día este puede ser un parque con un rio limpio, con infraestructura y equipamientos metropolitanos, con grandes áreas de vivienda planeada y soluciones inteligentes de trasporte y movilidad, convirtiéndose en un eje verde estructurador de la planeación y el crecimiento. Y no una cloaca olvidada a la que todo el mundo le da la espalda.

3. Hacer una profunda renovación urbana sobre la avenida Caracas construyendo una vía de carácter monumental con urbanismo para el siglo XXI desde la Hortua hasta el barrio El Polo junto con las manzanas del perfil occidental el cual yo llamaría “Paseo Reconciliación”.

Toda gran ciudad tiene una gran avenida y Bogotá carece de una; la avenida 9 mayo en Buenos Aires, la avenida Paulista en Sao Paulo, los Campos Elíseos en París entre muchos ejemplos que se podrían citar. Bogotá debe aprovechar este momento para proponer ideas nuevas en urbanismo como lo han hecho cada una de estas ciudades en su momento, soluciones más eficientes y creativas que enterrar en el subsuelo por capricho 18 billones de pesos en una solución  del siglo antepasado.

Renovar la caracas comprando las dos manzanas del perfil occidental al lo largo de su recorrido entre la Hortua y los héroes, que están en evidente estado de deterioro y son una cicatriz urbana que perdura del desastre que fue la troncal Caracas de la administración Pastrana, para crear un paseo verde con niveles, un urbanismo por capas. Donde el nivel superior  sería como el conocido parque lineal del virrey, pero este parque con un perfil de 100 metros de ancho, un nivel mas abajo tipo sótano las vía para autos particulares y un nivel mas abajo el metro, trasmilenio acompañado de centros comerciales y parqueaderos subterráneos ayudando a pagar las obra junto con el dinero de la gestión inmobiliaria que producirían poder construir  torres de cuarenta  pisos . Sí Bogotá quiere figurar en el panorama internacional como una gran ciudad debería concentrarse en crear un urbanismo para el año 2.050, multimodal y multiniveles. Si! Bogotá tiene la oportunidad de inventarse y hacer realidad el parque urbano con autopista subterránea, metro y torres de cuarenta pisos más largo del mundo.
Este sueño llamado Paseo Reconciliación no solo sería orgullo de los bogotanos, sería orgullo de todos los colombianos.

4.  Aprovechar el verdadero potencial de los cerros orientales para convertirlo en el mejor parque urbano del mundo.

Uno de los problemas estructurales con más rezagado que tiene Bogotá es la falta de espacios públicos y de espacios libres; es difícil encontrar un parque y a los que llamamos parque tienen un tamaño risible. Pero bastaría con dejar de ver los cerros de lejos e ir y apropiarse de ellos para cambiar radicalmente el pobre índice que hoy sufre la ciudad.

Pensar que a pocas cuadras de la carrera séptima existe bosques, paramos, manantiales que con una infraestructura pertinente y respetuosa con la naturaleza permitirían que todos los bogotanos hombres, mujeres, niños y adultos mayores disfrutemos de un atardecer bogotano desde sus cerros.
Un metro cable como en el parque Arví a lo largo de los cerros de sur a norte con estaciones turísticas y miradores en los lugares clave de los cerros sin duda serían una fantástica atracción turística así como un santuario de la naturaleza para gozo de los ciudadanos.

Estas cuatro ideas y planteamientos nacen desde el conocimiento de la ciudad, del conocimiento de sus problemas, recursos, posibilidades y potencialidades, con base en criterios técnicos como debe ser la planeación de  una ciudad; una planeación concertada, libre de ideologías y pensada a largo plazo. Debemos comenzar a exigir que a Bogotá la dirijan técnicos y urbanistas y no políticos sin importar sí son de derecha o de izquierda, no mas políticos!.

Bogotá necesita hace mucho tiempo un acuerdo sobre lo fundamental para la planeación de la ciudad, para identificar  y estructurar los temas más importantes a largo plazo en cuanto a crecimiento, movilidad, trasporte, estructura verde, vivienda, infraestructura etc.

Los bogotanos nacidos y acogidos no podemos seguir creyendo en discursos populistas, incendiarios e irreales a los que nos han acostumbrado los últimos alcaldes de izquierda; No lo digo descalificando la ideología de izquierda sino a sus representantes.  Esperemos que en estas próximas elecciones elijamos un verdadero plan de gobierno y no una sarta de promesas mentirosas que han llevado a la ciudad a la penosa situación actual.

Tenemos el ingenio, la creatividad, la capacidad y los recursos para reinventar la ciudad con propuestas nuevas y eficientes. Pero sólo votando y eligiendo a conciencia y con criterio podremos volver a retomar el rumbo de la ciudad.

@DonQuestion