Bogotá se encuentra sumida en una de sus crisis más profundas; el caos en movilidad , la perdida de la cultura ciudadana, la falta de desarrollo urbano y de planeación estratégica a largo plazo parece cosa de ayer. Ahora estamos sumidos al vaivén del capricho personal del gobernante para satisfacer las ansias personales de poder y de dinero.
Pero es bien sabido que de las crisis más
profundas, surgen las mejores oportunidades para transformarse; oportunidades
para poder proyectar a largo y mediano plazo la ciudad y así dar soluciones
reales a los problemas y retos que significa gobernar y administrar una ciudad,
es decir, hacer ciudad.
Los puntos que a continuación expongo
deberían ser las directrices de las administraciones entrantes
independientemente de la ideología del alcalde de turno, directrices a largo
plazo que permitan hacer una planeación urbana técnica para así estar en
capacidad de incorporar los 4 millones de habitantes que se esperan para los
próximos 20 años y poder proyectar los próximos 50 años de la ciudad.
1.
Incorporar los municipios aledaños a Bogotá a un plan de ordenamiento
territorial conjunto para que a través del congreso se logren gestionar las
leyes pertinentes para crear un proyecto de Ciudad-Región:
El primer aspecto urbano por naturaleza
es donde y como va a crecer la ciudad; La falta de tierra en el distrito
capital es la prueba del rezago de Bogotá, la región y la nación en este tema.
En la actualidad cada municipio limítrofe con la ciudad tiene su propio plan de
ordenamiento territorial que funcionan como ruedas sueltas y no como engranajes
concertados y coordinados.
Esta realidad es probablemente la más
urgente a resolver en términos de planeación y al mismo tiempo la más invisible
en términos políticos, por eso un verdadero líder que quiera gobernar Bogotá
debe trabajar para que la bancada del congreso de Bogotá, independientemente
del partido, gestionen las leyes que permitan desarrollar proyectos concertados
en términos tan importantes para la región en infraestructura, vivienda, medio
ambiente. Bogotá debe pensarse como una megalópolis aunque en Colombia nos
cueste tanto pensar en grande.
2.
Descontaminar el rio Bogotá y convertirlo en un parque longitudinal de carácter
regional que articule la ciudad y los municipios aledaños.
Ninguna ciudad que se pretenda
competitiva puede permitir que su fuente hídrica principal sea una de las
más contaminadas del mundo. No solo es una cuestión de básica sanidad, es sobre
todo la incapacidad de valorar la importancia y el potencial urbano que tiene
este rio para la región.
pero como siempre de las peores
situaciones suelen surgir las mejores soluciones, imaginar que un día este
puede ser un parque con un rio limpio, con infraestructura y equipamientos
metropolitanos, con grandes áreas de vivienda planeada y soluciones
inteligentes de trasporte y movilidad, convirtiéndose en un eje verde
estructurador de la planeación y el crecimiento. Y no una cloaca olvidada a la
que todo el mundo le da la espalda.
3.
Hacer una profunda renovación urbana sobre la avenida Caracas construyendo una
vía de carácter monumental con urbanismo para el siglo XXI desde la Hortua
hasta el barrio El Polo junto con las manzanas del perfil occidental el cual yo
llamaría “Paseo Reconciliación”.
Toda gran ciudad tiene una gran avenida
y Bogotá carece de una; la avenida 9 mayo en Buenos Aires, la avenida Paulista
en Sao Paulo, los Campos Elíseos en París entre muchos ejemplos que se podrían
citar. Bogotá debe aprovechar este momento para proponer ideas nuevas en
urbanismo como lo han hecho cada una de estas ciudades en su momento,
soluciones más eficientes y creativas que enterrar en el subsuelo por capricho
18 billones de pesos en una solución del
siglo antepasado.
Renovar la caracas comprando las dos
manzanas del perfil occidental al lo largo de su recorrido entre la Hortua y
los héroes, que están en evidente estado de deterioro y son una cicatriz urbana
que perdura del desastre que fue la troncal Caracas de la administración
Pastrana, para crear un paseo verde con niveles, un urbanismo por capas. Donde
el nivel superior sería como el conocido
parque lineal del virrey, pero este parque con un perfil de 100 metros de
ancho, un nivel mas abajo tipo sótano las vía para autos particulares y un
nivel mas abajo el metro, trasmilenio acompañado de centros comerciales y
parqueaderos subterráneos ayudando a pagar las obra junto con el dinero de la
gestión inmobiliaria que producirían poder construir torres de cuarenta pisos . Sí Bogotá quiere figurar en el
panorama internacional como una gran ciudad debería concentrarse en crear un
urbanismo para el año 2.050, multimodal y multiniveles. Si! Bogotá tiene la
oportunidad de inventarse y hacer realidad el parque urbano con autopista
subterránea, metro y torres de cuarenta pisos más largo del mundo.
Este sueño llamado Paseo Reconciliación
no solo sería orgullo de los bogotanos, sería orgullo de todos los colombianos.
4. Aprovechar el verdadero potencial de los
cerros orientales para convertirlo en el mejor parque urbano del mundo.
Uno de los problemas estructurales con
más rezagado que tiene Bogotá es la falta de espacios públicos y de espacios
libres; es difícil encontrar un parque y a los que llamamos parque tienen un
tamaño risible. Pero bastaría con dejar de ver los cerros de lejos e ir y
apropiarse de ellos para cambiar radicalmente el pobre índice que hoy sufre la
ciudad.
Pensar que a pocas cuadras de la carrera
séptima existe bosques, paramos, manantiales que con una infraestructura
pertinente y respetuosa con la naturaleza permitirían que todos los bogotanos hombres,
mujeres, niños y adultos mayores disfrutemos de un atardecer bogotano desde sus
cerros.
Un metro cable como en el parque Arví a
lo largo de los cerros de sur a norte con estaciones turísticas y miradores en
los lugares clave de los cerros sin duda serían una fantástica atracción
turística así como un santuario de la naturaleza para gozo de los ciudadanos.
Estas cuatro ideas y planteamientos
nacen desde el conocimiento de la ciudad, del conocimiento de sus problemas,
recursos, posibilidades y potencialidades, con base en criterios técnicos como
debe ser la planeación de una ciudad;
una planeación concertada, libre de ideologías y pensada a largo plazo. Debemos
comenzar a exigir que a Bogotá la dirijan técnicos y urbanistas y no políticos
sin importar sí son de derecha o de izquierda, no mas políticos!.
Bogotá necesita hace mucho tiempo un
acuerdo sobre lo fundamental para la planeación de la ciudad, para identificar y estructurar los temas más importantes a
largo plazo en cuanto a crecimiento, movilidad, trasporte, estructura verde,
vivienda, infraestructura etc.
Los bogotanos nacidos y acogidos no
podemos seguir creyendo en discursos populistas, incendiarios e irreales a los
que nos han acostumbrado los últimos alcaldes de izquierda; No lo digo
descalificando la ideología de izquierda sino a sus representantes. Esperemos que en estas próximas elecciones
elijamos un verdadero plan de gobierno y no una sarta de promesas mentirosas
que han llevado a la ciudad a la penosa situación actual.
Tenemos el ingenio, la creatividad, la
capacidad y los recursos para reinventar la ciudad con propuestas nuevas y
eficientes. Pero sólo votando y eligiendo a conciencia y con criterio podremos
volver a retomar el rumbo de la ciudad.
@DonQuestion
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